Mi querido hijo, el día que me veas vieja, te pido... por favor que tengas paciencia, pero sobre todo trata de entenderme. Si cuando hablamos, repito lo mismo mil veces, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste” solamente escúchame por favor.
Y recordar los tiempos en que eras niño y yo te repetía las cosas para que me puedas entender.
Cuando no me quiera bañar, no me regañes y por favor no trates de avergonzarme, solamente recuerda las VER VÍDEO: