Dios será mi pastor, quien guiara mis pasos y me dará un día magnifico y extraordinario.
No temeré a nada ni a nadie, solo en su amor me refugiaré, porque el es mi salvador y guardador.
Solo en sus tiernos brazos estaré seguro, y allí me refugiaré en medio de las tormentas.
Hoy mas que nunca confiare, que todo me irá bien y que hoy yo podré hacer las cosas bien.
Porque he puesto Dios, mas que mi refugio, mi salvador y guiador, desde hoy y para siempre.